Muchas veces, los grandes cantantes muestran expresiones de pesar al pronunciar los versos de una “toná”, por ejemplo. Al mismo tiempo, estas canciones trágicas no se acompañan con los bailes o instrumentos musicales a los que estamos acostumbrados. En cambio, es frecuente que golpes de yunques o de martillos sigan el compás de la melodía que se entona. Como es evidente, el baile y las castañas están reservados para los Palos más alegres que tratan sobre todo temas amorosos.
También son frecuentes los cantos a cappella o simplemente acompañados con guitarra y el tocar de palmas del público. Los cantaores, hombres y mujeres talentosos siguen dando vida a este género que ha venido evolucionando desde tiempos que se pierden en la historia. Actualmente la flexibilidad del flamenco ha integrado distintos ritmos internacionales de muchas épocas y culturas. Desde melodías de la India, Grecia y la antigua Persia, pasando por cantos judíos, el medioevo, sones africanos hasta la música del Caribe.
Orígenes del Flamenco
No sabemos a ciencia cierta en qué momento surgieron las primeras tonás, la forma más antigua del flamenco. Sin embargo, es indudable que es un arte de raíces gitanas que tomó como base las diferentes tradiciones musicales andaluzas. Tradiciones de una riqueza inigualable por la fusión de tantas culturas a lo largo de todo el transcurrir histórico de esta comunidad. Como expresión artística se conoce sólo desde hace doscientos años, únicamente a mediados del siglo XIX empieza a mostrarse al mundo.
Si bien existen diferentes comunidades gitanas en todo el mundo, sólo en Andalucía se conoce la expresión artística que hoy llamamos Cante. Por lo que se puede hablar de que el Flamenco es una manifestación artística tanto gitana como andaluza. Aunque hoy en día, gracias al éxito que ha tenido el género internacionalmente, está muy bien arraigado en las comunidades cercanas de la península. Además, en este mundo globalizado, podemos encontrar academias tanto de música como del baile flamenco en todo el mundo.
Ya a mediados del siglo XIX se empieza a popularizar el género en los cafés cantantes de la región andaluza de la época. Lugares ancestrales para el encuentro y el disfrutar gastronómico y artístico tradicional del que orgullosamente en Beni-Ruta 66 formamos parte. Si visitas Benichembla, no te puedes perder las presentaciones semanales de los mejores artistas de la región.
No es coincidencia que pocas décadas antes el Rey Carlos III había prohibido la persecución a la comunidad gitana. “Los indianos” como popularmente se les llamó a las familias exiliadas que regresaban a España en esta época. Todas estas comunidades concentraron la influencia artística y cultural de los diferentes lugares que habitaron durante su exilio. Por esto no es de extrañar la maravillosa riqueza cultural que reluce tanto en la música como en el baile flamenco.
El flamenco en la actualidad
Ya para los años cuarenta los cantes gitanos tenían reconocimiento internacional, con presentaciones en Hollywood y otras capitales artísticas del mundo. Hoy en día encontramos cómo la flexibilidad del flamenco ha integrado ritmos del jazz, el rock y el blues. Aunque los críticos no las aceptan y advierten que estas fusiones modernas ya han perdido la esencia del cante gitano.
Sin duda queda mucho por contar, el flamenco es un tema apasionante que seguiremos explorando en próximas publicaciones de tu Café – Bar – Restaurante Beni-Ruta 66. El mejor lugar para disfrutar en familia de la mejor música y gastronomía española e internacional.
